Comienza un año 2024 con el buen sabor de boca después de la última edición del Foro Mipyme celebrado hace pocas semanas en Medellín, Colombia. ¿Satisfecho con el resultado?
Más que satisfechos, sin duda. Tras estas seis ediciones del Foro yo creo que hemos conseguido consolidar y hacer crecer un espacio de diálogo público-privado único, efectivo y regional. Un lugar para el análisis y donde compartir experiencias, diagnósticos y soluciones para ese más del 90% de las empresas que conforman nuestro tejido empresarial, responsables de casi el 70% de la empleabilidad, que llamamos Mipymes.
Y estamos cumpliendo con el compromiso alcanzado con la Secretaría General Iberoamericana, SEGIB, en 2015, de impulsar el entorno empresarial en las Cumbres Iberoamericanas de Jefes y Jefas de Estado y Gobierno. Un compromiso que se traducía en dar seguimiento a los mandatos de esas reuniones de alto nivel de nuestros gobernantes, trabajar en ello, aportar y apostar por las empresas de Iberoamérica, defender un clima favorable para ellas y así contribuir al crecimiento y al desarrollo de nuestra sociedad, y a esa labor de inclusión social que solamente se logra con la formación y el empleo.
También a fomentar las vocaciones empresariales, el talento y a adoptar medidas para que se quede en la Región, y un largo etcétera de temas que forman parte de un ideario compartido por las organizaciones empresariales de CEIB, todas ellas miembros de la Organización Internacional de Empleadores, OIE; y con todo ello, mostrar al mundo la mejor realidad empresarial iberoamericana.
Eso es lo que pasó en Medellín hace unas semanas: muchas horas de diálogo y de acciones de futuro, que forman parte de esa herramienta de integración regional que son las Cumbres Iberoamericanas, en mi opinión la mejor que existe.
¿Por qué Medellín? ¿Se está apostando en esas latitudes por las empresas?
La Ciudad de la Eterna Primavera, en el País de la Belleza. Con eso bastaría para habernos decantado por ella. Pero la capital antioqueña, y así lo han podido comprobar los asistentes al Foro, es un centro mundial de innovación, referente en ciencia, tecnología, TICs… y un potente foco de atracción para creadores de contenido, empresas emergentes y emprendedores, que ha sabido también aplicar la innovación sobre la necesidad (en Comuna 13 tuvimos la ocasión de comprobarlo) o la tecnología en estructuras, o la innovación con la cultura (en los parques biblioteca). Medellín es, además, distrito turístico inteligente cumpliendo con los estándares de gobernanza, tecnología, innovación, accesibilidad y sostenibilidad.
Nuestros foros han alcanzado un nivel de relevancia que hace que sean los propios países, a través de sus instituciones representativas, los que solicitan ser los anfitriones. Así sucedió en el caso de Colombia, y ha sido precisamente ProColombia y su presidenta Carmen Caballero, quien ha liderado la organización y un gran equipo de profesionales.
Una de las políticas del gobierno de Colombia es la descentralización de las actividades internacionales. De las candidaturas presentadas, Medellín era sin duda la más completa. La organización del Foro ha involucrado a muchas instituciones que lo apoyan, los jóvenes empresarios a través de su organización, FIJE; ProColombia; la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia-ANDI o la Cámara de Comercio de Medellín; y patrocinadores como Colombia Productiva; CAF-banco de desarrollo de América Latina y el Caribe; Mapfre; CoxAbengoa; Telefónica; AWS y BBVA.
Hemos tenido los mejores “compañeros de viaje” en esta cita en Medellín; equipos comprometidos en instituciones que han sabido que estos encuentros hay que contemplarlos como un compromiso de país y de región también. Acabamos de cerrar el VI Foro y ya contamos con candidaturas hasta 2026. Buen síntoma, sin duda.
En lo relativo a la apuesta por las Mipymes, recordar que la radiografía empresarial de Iberoamérica está formada en un altísimo porcentaje por Mipymes. Son un factor determinante en el desarrollo económico y en la generación de empleo, tienen una profunda relevancia social, económica y ambiental. Entenderán que sea una prioridad público-privada impulsar, también mediante el desarrollo de políticas públicas, su competitividad y productividad; acompañar su digitalización; promover su potencial de internacionalización; estimular su capacidad de innovación, y respaldar su papel en el desarrollo sostenible. En eso estamos de acuerdo todos.
¿Podría decir que es el foro Mipyme más importante y trascendente que se ha celebrado hasta ahora?
Algunas cifras de la edición de Medellín dicen que así es: más de 70 representantes de gobiernos y de organizaciones empresariales, de agencias de inversión que por primera vez se han sumado al diálogo, los representantes de los jóvenes empresarios a través de FIJE, y más de 700 empresarios. Y algo novedoso que hay que agradecer a PROCOLOMBIA, un importante programa de talleres y visitas a instituciones y empresas.
Y el éxito está también en el alto grado de cumplimiento de nuestro objetivo: inspirar a Iberoamérica y a sus líderes para que presten a las Mipymes el apoyo que necesitan. Son el motor de la economía de la región.
Pero, además, buscamos promover un análisis conjunto sobre el impacto transformador y positivo que tienen las empresas en las sociedades y en los ciudadanos, en temas tan relevantes como la formación y el empleo como herramientas óptimas de inclusión social, y en el posicionamiento de la región en el actual panorama internacional.
Sin duda, un Foro que ya es parte de la historia de las Cumbres Iberoamericanas y que ha puesto el listón muy alto para futuras ediciones.
¿Qué temas principales se abordaron?
Manejamos una agenda con temas para el seguimiento, y otros nuevos. En esta ocasión hemos hablado de sostenibilidad,intentando poner en valor el rol de las empresas como aliadas de los gobiernos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, evidenciar la necesidad de crear mecanismos de apoyo a esos actores empresariales y debatir sobre la oportunidad que suponen los marcos jurídicos destinados a tipificar y apoyar formas alternativas de organizaciones, como las Sociedades de Beneficio e Interés Colectivo (BIC).
Hemos prestado especial atención a las políticas públicas como motor de desarrollo, poniendo sobre la mesa la necesidad de diseñar fórmulas para la formalización de emprendimientos nacientes, el acceso al financiamiento, y la transformación digital de la producción y la comercialización. Hemos coincidido también en la necesidad de impulsar la cooperación multilateral e institucional, y las alianzas para el diseño, evaluación y ejecución de políticas públicas.
Como no podía ser de otra manera, se ha debatido mucho sobre digitalización y nuevas tecnologías, y su incidencia en la transformación de estas empresas. Un dato que nos ha llamado la atención: el 86% de éstas se encuentra en alguna etapa del proceso -según la Encuesta Iberoamericana de la Mipyme (promovida por SEGIB, CEIB, FIJE) realizada a más de 2.200 Mipymes de los 22 países de Iberoamérica-; y, sin embargo, hacen falta esfuerzos en materia de emprendimiento, educación e innovación para materializar dicha transformación, así como mecanismos para garantizar que sea inclusiva.
En materia de internacionalización y comercio exterior, se ha vuelto a insistir en la necesidad de fomentar el comercio intrarregional, que en América Latina apenas alcanza el 17%, mediante la identificación de los incentivos correctos, los caminos de facilitación y las oportunidades como el nearshoring. Un espacio destacado de las conversaciones lo ha ocupado el Global Gateway.
Y entre los temas novedosos nos hemos centrado en la agroindustria de pequeña escala, el potencial de futuro del sector, sus posibilidades de desarrollo y generación de empleo, y la relación entre la producción agrícola iberoamericana y los sistemas alimentarios globales.
«Debemos recuperar el atractivo de nuestra región como destino de inversiones mundiales»
¿Y si hablamos de las conclusiones que se han sacado?
El Foro deja como herencia un documento a modo de manifiesto de compromiso con las Mipymes, histórico, sin exagerar, adoptado por los representantes del sector privado y por los de los gobiernos. Un decálogo que el secretario general Iberoamericano, Andrés Allamand, se ha comprometido a trasladar a los Jefes de Estado de Iberoamérica.
En él apostamos por fomentar la asistencia técnica especializada y la formación para Mipymes en materia de internacionalización, transformación digital e implementación de tecnologías para la productividad. Nos comprometemos a trazar y visibilizar oportunidades de comercio para las Mipymes dentro de la comunidad iberoamericana con enfoque sectorial y de desarrollo de proveedores.
Vamos a potenciar que toda estrategia pública de transformación digital de las Mipymes sea una herramienta para la inclusión social, la igualdad de género y el desarrollo sostenible. Queremos contribuir permanentemente a los esfuerzos de recopilación de datos que permitan profundizar y ampliar la comprensión de la situación de las Mipymes iberoamericanas en dimensiones estratégicas como productividad, sostenibilidad, internacionalización, digitalización e igualdad de género.
Participaremos proactivamente en la creación de fuentes de financiamiento para las Mipymes, para su transformación digital, la mejora de la productividad y para la participación en el comercio exterior, promoviendo los mecanismos necesarios para superar la brecha de género en términos de acceso. Impulsaremos la digitalización y la tecnificación de las Mipymes iberoamericanas, a través de políticas públicas con enfoque sectorial, que respondan a la realidad industrial de cada país.
Y vamos a seguir fomentando el diálogo para la simplificación y la armonización normativa en materia tributaria y laboral, con el objetivo de reducir la informalidad, evitar la sobrerregulación, impulsar la productividad y la competitividad de las Mipymes y facilitar el comercio. Impulsaremos proyectos de transición ecológica justa, transformación digital inclusiva, desarrollo humano y resiliencia sanitaria que favorezcan a las Mipymes en el marco de la Agenda de Inversiones para América Latina y el Caribe, de la estrategia Global Gateway de la Unión Europea.
Tenemos el firme compromiso de promover iniciativas y prácticas sostenibles que contribuyan a reducir el impacto ambiental del sector agroindustrial de pequeña escala, así como a la conservación de los recursos naturales y la biodiversidad, y a garantizar la producción de alimentos suficientes y accesibles para la población iberoamericana.
Y también nos centraremos en impulsar el desarrollo, la internacionalización y el fortalecimiento de las cadenas de valor agroindustriales de pequeña escala, con el propósito de incrementar la rentabilidad y competitividad de los productos; así como mejorar la calidad de vida de las familias que participan desde la producción hasta la comercialización.
Tenemos trabajo por delante, habrá que seguir dialogando y colaborando. El punto de partida está ahí, en todos estos compromisos que, como comentaba al principio, parten de un ejercicio de diálogo entre lo público y lo privado.
Además, el Foro ha servido para conocer y conocernos mejor los que trabajamos por Iberoamérica.
«las Mipymes no son inmunes a los desafíos económicos, los reajustes políticos y las tensiones sociales»
Con todo este trabajo de campo y todos los resultados de este importante evento, ¿podría decirse que Iberoamérica está fomentando un clima interesante para las pequeñas y medianas empresas?
Lo afirmaban recientemente el presidente de CEOE, Antonio Garamendi y el secretario general Iberoamericano, Andrés Allamand, en una tribuna firmada conjuntamente titulada ¨La oportunidad de creer en lo pequeño”: “muchas veces las grandes cosas existen porque nos dimos la oportunidad de creer en lo pequeño”. Creo que Iberoamérica sí está aprendiendo la lección de cómo apostar por la base de gran parte de nuestra realidad empresarial.
Con el trabajo de campo continuamos. Actualizando informes, testando a los y las protagonistas, dialogando, negociando. Contamos con mucha información, y muy válida, que proviene de nuestras organizaciones empresariales y de instituciones con las que colaboramos. Y es información de primera mano y sobre el terreno.
En 2022, desde la Secretaría General Iberoamericana, SEGIB, junto con el Consejo de Empresarios Iberoamericanos, CEIB, y la Federación Iberoamericana de Jóvenes Empresarios, FIJE, pusimos en marcha la Encuesta Iberoamericana de la Mipyme, realizada a más de 2.200 empresas de 22 países de la región. Un trabajo que está vivo, se va actualizando, y ha servido para evidenciar el papel de estas empresas como agentes estructurales y determinantes del desarrollo y la inclusión social.
Hoy sabemos, por ejemplo, que el 41,8% de las empresas iberoamericanas tienen entre sus objetivos generar un impacto positivo en la sociedad, y que el 50,7% afirma tener un plan de sostenibilidad, con un enfoque medioambiental, lo que les sitúa como aliadas de los gobiernos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible
También constatamos que en América Latina se encuentran los países que lideran a nivel global la participación femenina en el emprendimiento: un 35% de las empresas lideradas por mujeres cuentan con un porcentaje mayor al 80% de personal femenino. Y pese a diversas brechas y barreras -como en materia de financiación- tienen negocios sólidos, comprometidos con la sostenibilidad y con visión de internacionalización.
Además de su potencial social, las Mipymes son ejemplo de la transformación profunda y estructural derivada de los avances en tecnología y digitalización. Este impacto se refleja en las dinámicas de consumo, en la prestación de servicios y en las formas de trabajo. No es casual que el 86% de estas empresas en la región se encuentren en alguna etapa del proceso para digitalizarse.
Sin embargo, las Mipymes no son inmunes a los desafíos económicos, los reajustes políticos y las tensiones sociales. Por ello, necesitan contar con el apoyo de las instituciones públicas, de las organizaciones empresariales y el reconocimiento de todos.
Con este importante Foro ya atrás, se nos presenta un 2024 apasionante con una cumbre en Ecuador, pero no serán las únicas citas de este año. ¿Qué eventos importantes tendremos antes y qué suponen para la región?
Salimos de un foro y ya estamos inmersos en lo siguiente. Año de Cumbre Iberoamericana con apenas 10 meses para prepararla, reuniones ministeriales, y un largo etcétera de citas y viajes. Siempre digo que tenemos mucho andado cuando llega una Cumbre, que hay mucha materia gris plasmada en documentos, mucho trabajo adelantado… pero este año va a ser intenso.
Nuestra hoja de ruta contempla varios eventos previos a la cita en Cuenca, Ecuador, que será en noviembre. Un foro de Turismo Justo, Sostenible e Inclusivo, que se celebrará en Cancún a finales del mes de febrero y que nace con vocación de quedarse. Una nueva línea de trabajo en Infraestructuras y Digitalización, el IV Foro de Innovación Abierta y algunas citas específicas impulsadas por los jóvenes empresarios iberoamericanos de FIJE, como el foro que preparan en mayo en Venezuela.
«Vamos a potenciar que toda estrategia pública de transformación digital de las Mipymes sea una herramienta para la inclusión social, la igualdad de género y el desarrollo sostenible»
Más allá de estos espacios, los empresarios de la región iberoamericana están profundamente comprometidos en seguir creciendo e innovando, pero ¿cuáles cree que son los retos y desafíos a los que nos enfrentamos en este año?
Iberoamérica cuenta con economías muy diversas, que han tomado caminos diferentes desde el punto de vista económico. La importancia de generar un clima empresarial favorable y una colaboración estrecha con el sector público, dos piezas clave para aumentar el atractivo de la región para los mercados financieros y las empresas globales o nacionales. Los efectos positivos que tienen para el desarrollo de los países, un marco jurídico e institucional estable, el impulso de factores de crecimiento clave (como el capital humano y las infraestructuras) y perseverar en la estabilidad macroeconómica.
En 2023, de cara a la Cumbre de República Dominicana, desde CEIB y con el Instituto de Estudios Económicos, IEE, pusimos en marcha un ambicioso estudio que sirvió para poner en valor la necesidad de incrementar la inversión en la región, con el objetivo de posicionarse como foco de atracción para los mercados financieros y empresas a escala nacional e internacional. Generar una economía más competitiva, que impulse el desarrollo de la región y el bienestar de sus ciudadanos es fundamental. Y del estudio titulado “Compromiso empresarial con la inversión: el rol de la empresa en la situación iberoamericana actual” surgió el “Manifiesto Compromiso Iberoamericano con la Inversión”, que trasladamos a los Jefes de Estado en nuestro ya habitual Conversatorio, que supone la última actividad de los encuentros empresariales y la primera de las cumbres políticas. Un manifiesto totalmente válido que responde perfectamente a su pregunta sobre los retos a los que nos enfrentamos.
Para que en Iberoamérica podamos alcanzar un verdadero desarrollo sostenible, es fundamental impulsar el crecimiento económico y, en este sentido, la inversión privada juega un papel fundamental.
Debemos recuperar el atractivo de nuestra región como destino de inversiones mundiales, que ha retrocedido un 7% en los últimos diez años en materia de inversión extranjera directa (IED). Para ello, debemos trabajar por la libertad de empresa y la libertad económica, dos factores fundamentales para impulsar el desarrollo económico de nuestra región. Y también, abogar por marcos normativos adecuados y estables.
En cuanto a las inversiones, no se deben regir solamente por criterios financieros y de maximización de beneficios, sino que deben tener en cuenta su impacto en el medioambiente y en el conjunto de la sociedad, sin resignar en solvencia.
En todo este proceso, el sector público es un aliado y actor clave para impulsar y estimular la inversión, a partir de políticas públicas con visión de largo plazo y programas de fomento que generen entornos favorables. La colaboración público–privada es una estrategia eficiente para lograr el desarrollo, dando respuestas inmediatas a problemas urgentes y soluciones viables a grandes retos.
Sin duda, las empresas tecnológicas están teniendo un impulso extraordinario, pero también hay otros sectores llenos de oportunidades. ¿Hay vida más allá de la innovación?
Hay más vida, claro… y tiene nombre de EMPRESA con mayúsculas. Empresas que son parte fundamental de la solución y nunca el problema. En la medida que sepamos impulsarlas, hacerlas crecer, internacionalizarse, estaremos apostando firmemente por el futuro, el empleo y la prosperidad de nuestra región.
Volviendo a la Encuesta que mencionaba antes, me gustaría destacar que el 59% de los representantes de Mipymes mostraban optimismo respecto al futuro de su empresa, demostrando una gran capacidad de adaptación y resiliencia. En cuanto a las oportunidades, yo diría sin dudarlo que la sostenibilidad es una de las más importantes, gracias a la riqueza de recursos hídricos, solares, eólicos y geotérmicos. A este ámbito habría que añadir lo que denominamos economía azul, sector en pleno auge y que ofrecerá grandes beneficios a la comunidad iberoamericana.
Siguiendo con los colores, debemos también prestar atención a la economía amarilla, relacionada con la tecnología y las ciencias de la vida, como la biotecnología y la salud; a las industrias creativas o economía naranja, destinada a transformar las ideas en bienes y servicios culturales. Desde hace algunos años también ha cobrado especial protagonismo el turismo accesible, inclusivo y sostenible, ámbito que nos puede reportar importantes beneficios; así como la “logística de última milla”, que se debe a la apertura de centros de distribución a lo ancho de la región con el fin de mantenerse competitivos.
¿Cuáles son los principales proyectos y líneas de trabajo que tiene este año CEIB?
A lo largo de esta entrevista ya hemos hablado de las preocupaciones, retos, e iniciativas que giran todas entorno a la defensa de la libre empresa, al compromiso con nuestros países y con ese espacio iberoamericano que queremos impulsar al máximo.
Y vamos a seguir hablando con una sola voz de libertad y democracia, compromiso con el multilateralismo, integración regional, firme impulso al comercio intrarregional, defensa de la empresa, fomento de alianzas estratégicas, diálogo social, seguridad jurídica y social, competitividad, eliminación de barreras, simplificación administrativa, desarrollo de proyectos de infraestructuras, retención de talento, innovación y digitalización, colaboración público-privada, y sostenibilidad.
En CEIB nos mueve el objetivo de potenciar una verdadera plataforma iberoamericana que se apoye en las capacidades y recursos disponibles, sinergias empresariales, talento asociado, una lengua y una forma de ser comunes. Y vamos a seguir haciendo todo esto también de la mano de los jóvenes empresarios de Iberoamérica y de su Organización representativa, la Federación Iberoamericana de Jóvenes Empresarios, FIJE.
Todo este trabajo, esfuerzo, ilusión y compromiso da para muchos años.