Este lunes, desde el Instituto Cervantes, en Madrid, la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) ha realizado el conversatorio “Los pilares necesarios para construir la integración de Iberoamérica”.
Con el objetivo de analizar cuáles son los retos a los que se enfrenta actualmente Iberoamérica para encarar un proceso de integración regional, este lunes, desde el Instituto Cervantes de Madrid, la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) ha realizado el conversatorio “Los pilares necesarios para construir la integración de Iberoamérica”, que se ha transmitido vía streaming por su canal de YouTube.
Mariano Jabonero, secretario general de la OEI, ha encabezado el acto en el que también han participado expresidentes de la región como Ernesto Samper de Colombia, Vinicio Cerezo de Guatemala y Leonel Fernández de República Dominicana en una primera mesa de diálogo que ha sido moderada por Alida Juliani, jefa de España Exterior de la Agencia EFE. Asimismo, han participado académicos y expertos en la materia como José Octavio Bordón, expresidente del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales; Olinda Salguero, presidenta de la Junta directiva de la Fundación Esquípulas; Diego López Garrido, vicepresidente ejecutivo de la Fundación Alternativas y Erika Rodríguez Pinzón, investigadora de la Universidad Complutense de Madrid.
Durante su intervención, Mariano Jabonero ha asegurado que la creación de la Cátedra de Integración Iberoamericana responde a un mandato estatutario de la propia organización que apunta a contribuir a la integración de la región. Para Jabonero, “la falta de integración nos debilita ante el mundo”, lo que se ve representado en dos problemas críticos: por un lado, que “Iberoamérica es la región con menos movilidad académica interna, que es solo el 1,1 % de toda la movilidad global, y de otro lado, el comercio interno de la región es débil, solo es del 19,2 %”.
La integración regional pasa, de acuerdo con el secretario general de la OEI, por la unión de esfuerzos en la transición ecológica, la consolidación de una cultura ciudadana iberoamericana y la transformación digital de la educación. “La región puede ser la primera del mundo en descarbonizarse porque tiene los recursos para ello, así como para garantizar su seguridad alimentaria e incluso la de otras regiones del mundo”, ha asegurado Jabonero, al tiempo que ha apuntado que “el talento está bien repartido, las oportunidades no”, para lo cual una verdadera integración regional sería clave.
Por su parte, Ernesto Samper ha subrayado que “nunca habíamos estado tan desintegrados como hasta ahora y nunca ha sido tan importante la integración como en este momento”. El también expresidente de Unasur ha destacado que “el problema de la integración regional no es de identidad sino de igualdad”, y que una posible unión regional contribuirá a que la región pueda hablar como bloque en temas sensibles como la inmigración o para defender los intereses regionales ante Estados Unidos o la Unión Europea.
Leonel Fernández ha subrayado el papel de la educación como un pilar fundamental de la integración regional, ámbito en el que hoy en día el problema no es de acceso sino de definir un modelo de calidad educativa regional. “Tenemos que construir una cultura científica en Iberoamérica”, ha destacado. Para el actual presidente de la Funglode, la integración regional ha sido siempre “aspiracional”, por causa de la “imposibilidad de crear instituciones” después de 200 años y el reparo de los países de la región en “ceder soberanía” en aspectos como el político o el financiero.
En ese sentido, Vinicio Cerezo ha resaltado la experiencia del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), que ha sido de gran importancia para la consecución de objetivos comunes en esa región y que puede ser un marco de referencia para la integración iberoamericana en materia de fortalecimiento de la democracia, la institucionalización y la participación ciudadana “más allá de los partidos políticos”.
Para José Octavio Bordón ante la crisis de las organizaciones multilaterales, “el diálogo con valores, la identidad cultural que brindan los idiomas español y portugués y la democracia plena son la clave para este proceso de integración regional”. “Tenemos que dar el salto de calidad desde la ciencia y la tecnología, y no volver al pasado con modelos de desarrollo de otras regiones”, ha acotado.
“Hay que hablarle de integración a la gente”, ha señalado Olinda Salguero, quien ha apostado por la construcción de narrativas que apunten al refuerzo y rescate de la cultura común y a un diálogo intergeneracional. “América Latina es la única región del mundo que está en paz y eso es un valor que hay que poner en perspectiva”, ha resaltado.
Diego López Garrido, por su parte, ha puesto el foco en el problema de la migración y los refugiados en la región como los casos de Venezuela o Haití, problemas “que no se abordan de una manera integral”, lo que representa un enorme desafío para toda Iberoamérica. “La región tiene una oportunidad para la integración realizando políticas que aborden a los desplazados forzados”, ha aseverado.
«Nuestra respuesta ante un mundo más complejo e incierto es trabajar juntos. La integración regional no es una opción, es la única opción que tenemos para enfrentar problemas que solos no podemos resolver”, ha apuntado en el cierre del acto Luis Scasso, director de la OEI en Argentina y coordinador de la cátedra.
Una cátedra para integrar Iberoamérica
La Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) ha puesto en marcha desde este año la Cátedra de Integración Iberoamericana, que tiene su sede en Buenos Aires, Argentina, con el objetivo de promover iniciativas y espacios de análisis que impulsen un proceso de integración regional basado en datos, así como en la puesta en común de acciones concretas como el acompañamiento en el diseño de políticas públicas en clave de integración.
Para el desarrollo de sus actividades, la cátedra cuenta con aliados estratégicos como la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), la Corporación Escenarios, la Fundación Esquípulas para la Paz y la Fundación Alternativas, instituciones de la región con amplia experiencia en el trabajo de temas relacionados con la integración y la cooperación iberoamericana.